sábado, 27 de marzo de 2010

CONSCIENCIA DEL PRESENTE

*¿Cómo estás en este momento?


Cansado, tenso, relajado, pesado, alegre…

*¿Cómo está tu energía?

Alta, baja, no la experimentas…

*¿Qué otras cosas están sucediendo?

Percibes ruidos, olores, movimientos, sensaciones, diferentes estímulos…



Te invito a transformar tu realidad (que es la de este instante).







*Pon una música que te guste y te alegre y ¡baila!… O simplemente levántate y comienza a saltar, moverte, estirarte, cantar…



¿Cómo estás ahora?

¿Qué pasó con tu energía?

¿Qué percibes de los estímulos internos y externo?

Todo cambió, ¿no es cierto?

















Como has comprobado, tu realidad es la de este instante. ¿Has pensado que, en la cultura en que vivimos, el presente es casi inexistente? ¿Una especie de “relleno” muy delgado entre el pasado y el futuro? Tú cargas con las experiencias, errores, problemas, decisiones de lo que sucedió, mientras corres ansioso tratando de planear, adivinar, adelantarte a lo que va a pasar, por si algo terrible pudiera ocurrirle a ti o a los que quieres.



¿Dónde está el presente? Ausente…



La vida está sucediendo ahora, aquí. Es un presente continuo.



No es fácil “ver” lo obvio, ¿verdad? Te fuiste dando cuenta con la respiración, la tonicidad y la actitud, que estás atado a formas que incorporaste cuando eras un niño y de las que nunca tomaste conciencia. Alguien te dice algo que te molesta y te enojas o te sientes una víctima. Se produce un ruido extraño y te sobresaltas o crees que es un ladrón. Escuchas una noticia triste y te deprimes o corres a ayudar. ¿Qué es lo más adecuado en cada momento? No lo sabes… Reaccionas, de acuerdo a tu pasado.



Cuando vives el momento (sin pensar en lo que vendrá ni en lo que hiciste), encuentras la riqueza inherente a la vida misma. Todas las percepciones, soluciones, posibilidades, respuestas, residen en este segundo, en este cruce de cientos de inimaginables líneas de hechos y potencialidades, que tú puedes captar y llevar a la acción. Sólo con atención conciente puedes alcanzar la sabiduría del momento, sin reaccionar.



Tú puedes crecer y desarrollarte hasta el final de tus días, sin importar tus experiencias, tu nivel social, intelectual, o laboral. Tus “errores”, que no existen, todo es aprendizaje. Tú tienes en cada momento, la oportunidad de apoderarte (dar poder) a tu vida, cambiar, crecer. CREAR lo que crees que es lo mejor para ti.



¿Egoísmo, egocentrismo? No. “Es tu responsabilidad”. ¿Quién puede responder por ti? Nadie, sólo tú. Si haces lo que tu corazón te indica, si dejas de cerrarte y quejarte y tomas cada posibilidad que la vida te ofrece, si vives intensamente cada momento, estarás sanando tu pasado y creando un futuro sorprendente.



Te sentirás tan bien, que será un placer estar contigo y, además, estarás ofreciendo un modelo de posibilidad para los que tienes alrededor.



¿Cuál es la clave? “Sé como un niño en tu actitud”. ¿Acaso ellos no están llenos de confianza, energía, alegría, sabiduría, espontaneidad, imaginación, libertad, intuición?



¿Crees que perdiste estas cualidades al generar la estructura (rígida y agobiante) de tu “adultez”, al tomar la vida “seriamente”?. No, tu niño interior sigue vivo y deseoso de ayudarte a abrazar y jugar la vida, brindándote todos sus dones. Sólo necesitas que te conectes con él y que lo contengas con la estructura flexible y responsable que tú construyas… y que se conecte con el amor de tu Espíritu, siempre sano y libre.



¿Cómo hacerlo? Ya tienes los elementos básicos: “Respira, siéntete contenido y sostenido por la vida, ten una actitud positiva, creadora, alegre”.







PARA VIVENCIAR



- Sé conciente de cada momento. Si vives en tu burbuja mental o pendiente de tus cambios anímicos, te estás perdiendo la vida, porque lo que pasó, pasó y lo que viene, no lo conoces. ¿Sabes por qué se le llama “presente”?. Porque es un regalo. Ábrelo y desenvuelve la sabiduría, la abundancia y la alegría que contiene, como bien lo sabe tu niño interior.



- Escucha tu cuerpo. Él te da toda la información que necesitas… y las respuestas. Percibe los mínimos cambios corporales y energéticos, las posturas, los tonos de voz, los gestos, las tensiones, las enfermedades.



- Respira. No te cierres a lo que sucede. Usa la respiración para atravesar cualquier momento difícil o para disfrutar más el placer.



- Registra tu tonicidad. Toma nota de la estructura de tu esqueleto, de la flexibilidad de tu tono muscular, descarga el peso a la Tierra ¡bendita Madre! y déjate sostener por ella.











- Vivencia una actitud centrada y armoniosa. Mira de frente la vida, abre el pecho, pon una sonrisa en tu rostro, extiende tus manos con amor y confianza.



- Percibe tu energía. Si la sientes baja, levántala respirando activamente, moviéndote, bailando, caminando, como te guste más. Y, además, percibe la energía de los demás, de los ambientes, de cada momento, de cada relación. “Tú vives en un mundo de energía”. Fluye con ella, déjate guiar por la vida hacia lo mejor.



¿Para que hacerlo? ¿Estás poniendo en práctica lo que fuiste aprendiendo? ¿Cómo te sientes?, ¿qué cambios registraste?, ¿qué cosas han mejorado este aprendizaje ¿ha transformado la concepción de ti mismo y de tu inserción en la Vida?, ¿qué estás creando a partir de ello? Estas son tus razones para hacerlo.



Alguien dijo: MOMENTO PRESENTE… MOMENTO MARAVILLOSO…

Tenlo en cuenta y siéntelo continuamente, hasta que lo vivencies totalmente y puedas disfrutar en plenitud la vida que te mereces.





“Eres una persona estupenda, valiosa y digna de amor. Aprecia eso en ti mismo. Eres un individuo, un original y, todas esas cosas que hacen de ti algo único, son merecedoras de amor y alabanza”.


Peter McWilliams

No hay comentarios:

Publicar un comentario